Las protestas masivas que tuvieron lugar ayer por las calles de Atenas, con motivo de la octava jornada de huelga en Grecia en lo que va de año contra las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno socialista para salir de la crisis económica que azota al país, derivaron en graves disturbios y violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías. Durante horas, centenares de radicales, en su mayoría jóvenes, se enfrentaron prácticamente cuerpo a cuerpo a las fuerzas de seguridad, que respondieron a los lanzamientos de piedras y cócteles molotov con gases lacrimógenos y bombas de sonido.
En el transcurso de los altercados, el diputado conservador y ex ministro de Transportes Kostis Hatzidakis resultó herido en la cabeza tras ser agredido por un grupo de manifestantes cuando salía del Parlamento heleno. Con el rostro ensangrentado, el político logró huir del lugar. Además, se registraron incendios en dependencias del Ministerio de Finanzas y en oficinas del Parlamento a causa del lanzamiento de cócteles molotov, así como destrozos en sucursales bancarias y en las fachadas de tres hoteles de lujo en el centro e la capital ateniense.
La jornada de huelga afectó a todo el país y prácticamente paralizó los servicios en los hospitales públicos, centros de enseñanza, tribunales, ministerios, los tráficos aéreo, ferroviario, marítimo y el transporte urbano. Tampoco se trabajó en los medios de comunicación debido a la ola de despidos en el sector y la reducción de sueldos de los periodistas.
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