lunes, 25 de abril de 2011

Primero de Mayo Popular



Este cuadro o boceto de ocasión
simboliza una gran transformación,
La joven campesina de alma ardiente,
pura, gentil, magnánima y valiente,
que despreciando la fatal rutina
otro mundo más justo se imagina
y sigue al extranjero misterioso
en pos de amor sublime y no engañoso,
es la Idea que lucha y que redime
a todo aquel que entre cadenas gime;
y el extranjero el hado que nos guía
a un porvenir de paz y de armonía.
Y es el joven enfermo el que comprende
y ama y sueña y a lo justo tiende,
pero débil de cuerpo, ya cansado,
no acierta a desprenderse del pasado,
gran corazón que a la verdad se adhiere
pero que al fin encadenado muere.
El viejo campesino simboliza
la ignorancia, que forja y eterniza
las cadenas que adora y que respeta
y a las cuales él mismo se sujeta.
Es el privilegio la vieja dama
que a nuestra sociedad, justa le llama,
porque encuentra corriente y natural
que unos vivan muy bien y otros muy mal.

Este es el refugio miserable.
Aquel es el palacio confortable.
Aquí el obrero hambriento que padece,
que todo lo construye y lo carece.
Allí los que a la holganza se reducen
y se lo llevan todo y no producen…
Este es el argumento del Poema,
síntesis general del gran problema…
mas estas frases, senda ya trazóle.
Laggiú, la parte donde si leva il sole

Caminando orgulloso hacia el Oriente,
majestuosa, altiva, omnipotente,
la Idea todo paz, luz y armonía,
a los creyentes y animosos guía
al mundo prometido y deseado
y allá en el porvenir ya vislumbrado.

Allá en los verdes prados sonrientes,
en los frescos jardines florecientes;
sobre las casas blancas que al mar miran
y a cuyos pies las olas que suspiran
se estrellan dulcemente, hoy día primero
del mayo venturoso del obrero,
sonríe sin cesar la Primavera
y ondear se ve al viento una bandera…
Esa alfombra de mágica hermosura
salpica de flores y verduras,
esos campos que activos productores
cultivaron a fuerza de sudores,
y esa enseña que besa el manso viento
con blando y apacible movimiento:
Son los frutos ¡oh, Pueblo! producidos
por tus huestes inmensas de oprimidos;
y el estandarte del trabajo honroso
que da al aire sus pliegues, orgullosos.
Salud ¡oh, Primavera! a tu hermosura.
¡Salve a tu juventud y galanura!
Salvando las fronteras y los mares
llegan acá suspiros a millares
y a través de fronteras y océanos
surge el rebelde grito en los humanos.
¡Grito sublime de furor profundo
que un día habrá de redimir al mundo!...

en los lejanos campos:
¡Mayo!... ¡Mayo!


 

 

 

 

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